Este año pido a Sus Majestades lo que todos los años. Supongo que el hecho de que un año más deba pediros lo mismo no se debe a que hacéis oídos sordos a mis peticiones, sino a la dificultad de satisfacerlas. Pero a pesar de ello, confío en vuestras habilidades mágicas, Majestades, pues sólo la magia puede hacer realidad mis sueños.
Os pido poner fin a la esclavitud humana en todas sus formas. Esclavitud sexual de millones de personas en el mundo, mujeres y niños fundamentalmente, objeto de comercio como se negociaban las baratijas en el nuevo mundo... Esclavitud laboral de mujeres, hombres y también niños... si, niños... quienes fabrican la ropa y el calzado que orgullosamente lucimos... Esclavitud ideológica de quienes por ser o pensar de diferente forma sufren opresión, tortura y muerte: opositores políticos, homosexuales, intelectuales que alzan sus voces contra la injusticia... Esclavitud de aquellas mujeres que sienten el terror cuando escuchan girar la llave de la cerradura de su casa y saben que es él quién llega a casa... Esclavitud de millones de personas cuya alimentación y supervivencia depende de la caridad ajena... Esclavitud de quienes su felicidad depende de consumir todo aquello que les distinga del resto...
Os pido erradicar las enfermedades que causan dolor y sufrimiento. Que se profundice en la investigación con células madre y que se legalice la eutanasia en casos de insoportable dolor físico o psíquico cuando sean irreversibles sin que ningún politicastro hipócrita se oponga alegando falsos motivos morales y que el bienestar del ser humano, de todos los seres humanos, sea el único objetivo.
Os pido una clase política honesta, sincera, trabajadora, que no olvide quién le otorgó la responsabilidad de decidir el presente y el futuro de sus semejantes. Que sepa que el interés de todos no es el interés electoral. Que reconozca que el sistema económico actual ha fracasado y que no es posible otorgar tanto poder a unos pocos de quienes dependen el destino de todos. Esos pocos se llaman eufemísticamente mercados y que esos todos somos nosotros... Que sea valiente, que no tenga miedo y que sea capaz de sacrificarse. Os pido que desaparezcan los políticos corruptos, que son los menos, pero que saquean los fondos públicos a manos llenas en beneficio propio. Os pido que no olviden que son depositarios de las esperanzas de la gente.
Os pido que las confesiones religiosas (todas ellas) se ciñan a guiar en lo espiritual, no en lo mundano, y que comprendan de una vez la distinción entre norma jurídica y norma religiosa. Que comprendan que un Estado Aconfesional significa no religioso y no antirreligioso. Que comprendan que no todo es justificable bajo el paraguas de Dios. Que comprendan que la religión es una opción individual, que se escoge con libertad y sin trascender a la masa. Que no puede perseguirse a los homosexuales, mujeres, adúlteras, prostitutas, ateos, rojos, musulmanes, cristianos, a ningún ser humano en definitiva, en nombre de Dios ni de nadie. Que religión no es fundamentalismo. Y que comprendan que el sexo no es malo, ¡coño!
Os pido nos inspire a tod@s la solidaridad, la educación, el civismo y el sentido común, para que hagamos de este mundo el sitio cómodo que debe ser: nuestra casa.
Por cierto, no os pido que se pase la crisis porque no es sino una consecuencia de todo lo anterior. Además la crisis afecta sólo a unos pocos, los que tenían algo que perder. Lo que os pido afecta a todos, a los que tenían algo que perder y a los que nunca tuvieron nada que perder.
Pero mucho me temo, Sus Majestades, que el año próximo volveré a pediros las mismas cosas…
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