Ayer me preguntaba una compañera de trabajo, el motivo de obligar al Rey a pedir perdón. Otra dijo que cualquiera puede ir de vacaciones donde quiera. No lo entendían.
Y yo dije lo que digo ahora. El Rey no es cualquiera. El Rey tiene que cuidar lo que hace. No es cuestión de que sea legal o ilegal, es cuestión de formas. Y es que si la mujer del César además de ser buena debe parecerlo, en este caso estamos hablando del propio César.
Esto no es cuestión tampoco de estar a favor o en contra de la monarquía. No es esto lo que quiero debatir ahora y además mi opinión es sobradamente conocida. Es cuestión de que el Rey se ha equivocado. Se esté a favor o en contra de la Institución, no se puede pedir a un pueblo azotado por la crisis económica que soporte cinco millones de parados, el combustible por las nubes, el copago sanitario (que lo negaron sobre la Biblia, pero como temíamos va a llegar en breve), los recortes en Educación, supresión de becas y subvenciones a las Pymes, incrementos en la presión fiscal, salarios de vergüenza... no se puede, decía, pedir a un pueblo que soporte todo esto mientras el Gobierno concede una anmistia fiscal a los multimillonarios y su monarca se va a cazar elefantes a África.
Es una cuestión de imagen, de respeto al pueblo, de mostrar la solidaridad del Rey con sus conciudadanos, que no súbditos. Con independencia de la opinión que me merece quién es capaz de matar a un animal por mero entretenimiento y encontrarlo divertido (tampoco este es el debate).
El Rey tiene un papel constitucionalmente reconocido como representante del Estado y símbolo de su unidad y permanencia. Un papel que debe desempeñar con sumo cuidado. Por este motivo, los presuntos actos delictivos de su yerno son más graves que los mismos actos cometidos por un desconocido. No desde un punto de vista legal, pero si moral. La familia real debe ser ejemplar. Y no son capaces de serlo, es que no sirven para este trabajo, que a fin de cuentas, es lo que es. Es su empleo, su modo de ganarse la vida y su responsabilidad. Lo mismo me sirve para cualquier político. Aunque a estos, al menos, tengo la opción de no votarlos.
Guardar las formas y los detalles está pasado de moda tanto en la vida pública como en las relaciones personales. Pero los gestos siguen siendo fundamentales en la vida, pues una buena actuación en el fondo puede verse enturbiada por un mal gesto. Y si nos toca sufrir la crisis, no te pido que la sufras conmigo, pero que menos que pedirte que no hagas ostentación de riqueza mientras en mi casa no hay para comer.
Agradezco su perdón. Este gesto si lo valoro. Pero su actuación ha sido de una torpeza de fabulosas dimensiones. Su hijo debería tomar nota. Le recuerdo que los españoles ya echamos a Alfonso XIII...
Pueblo con hambre, desempleo, desesperación, desigualdad, Reyes, Iglesia, Nobleza (empresa y clase política), ostentaciones... ¿Realmente estoy en 2012?
Lo mismo deberián tener un cuadro de ellos mismos, escondido en una recondita habitacion, en el que fuese apareciendo la "fealdad" de sus actos. No sé, lo mismo podría ser divertido!!! Viva la Ironía
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