Estamos en las fiestas del Orgullo Gay en Madrid. Unas fiestas que tienen tantos adeptos como detractores, pero que nunca dejan indiferentes a nadie.
Este año tendremos unos conciertos silenciosos. Doña Ana Botella, la esposa de Aznar, la señora de las peras y las manzanas, esa misma, la que tanta simpatía nos tiene y tanto amor derrocha por la comunidad LGBT... que me pierdo... Doña Ana Botella, decía yo, ha decidido que los homosexuales somos muy ruidosos, y claro, oiga usted, eso no puede ser.
Así que prohibieron los conciertos en el barrio de Chueca. Así, por las buenas. Y como hubo protestas y la cosa es muy fuerte incluso para consentírsela a la señora de las peras y las manzanas, pues llegaron al acuerdo salomónico de permitir los conciertos pero con auriculares. Así que la crónica de las fiestas van a ser un poco raras, porque claro, imaginaos un montón de gente cantando a 'capella' y bailando sin música de fondo, todos con auriculares y un grupo tocando rock en silencio...
De lo más normal. Así que espero que a partir de ahora esto se extienda y haya auriculares para todos: para las fiestas de San Isidro y de la Paloma, para las bendiciones de Su Santidad en su próxima visita, para las celebraciones del Real Madrid en la Cibeles... ¿O es que sólo nosotros armamos ruido?
Por otra parte, se debería tener en cuenta que mientras la visita del señor de blanco nos cuesta millones de euros, las fiestas del Orgullo nos ingresan muchos euros. Homosexuales (y heterosexuales) de todas partes vienen a participar y disfrutar en estos días a nuestra ciudad. De hecho, le pese a quien le pese, hoy por hoy son las fiestas más importantes de Madrid.
Y en cuanto a los vecinos de Chueca, a quienes reconozco el horror de tener que soportar todo este follón, saben muy bien que el movimiento homosexual en Chueca revitalizó un barrio marginal de Madrid y que hoy en día es visita obligada para cualquier turista de Madrid con todos los beneficios que ello implica.
Así que los orgullosos somos ruidosos... pero como no pueden taparnos las bocas, nos tapan los oidos... es igual... no podrán con nosotros. Ya no.
P.D. ¿Para cuando esa sentencia del Tribunal Constitucional sobre la Ley de Matrimonio Homosexual?
Como ya no les protege el paraguas de la ley para ejercer la represión que les gustaría...intentan jodernos las fiestas, ignorando que la alegría que nos embarga no se silencia con auriculares...ni con bozales siquiera.
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