Hoy es el cumple de la Constitución. Nuestra tan traída y llevada, violada, prostituída y ultrajada Constitución. Yo quiero felicitarte.
Quiero felicitarte porque aunque ahora todos utilicemos tus defectos, que los tienes y muchos, como arma arrojadiza, te lo debemos todo. Nos ayudaste a recobrar la Libertad. Con mayúscula, sí. Parece que los españoles, más acaso que otros, tenemos una frágil memoria. Esa memoria que debería recordarnos que salimos de las tinieblas y que vimos una luz radiante llena de esperanza gracias a tí.
Nos reconociste derechos tan básicos, ahora tan infravalorados, como la vida misma, la igualdad de todos sin discriminaciones posibles, el bienestar, una justicia gratuita, tantas cosas. Nos diste ilusión, esperanza y el instrumento jurídico para que todo eso fuese una realidad. Tú misma estableciste mecanismos de control para salvaguardarte.
Fuiste ese ingrediente de la salsa que consiguió emulsionar elementos tan diferentes que a priori parecían hacer imposible la receta de la concordia. Pusiste orden, democracia, modernidad, que tanta falta hacían.
Por eso ahora me fastidia tanto que se vapulee de la manera en que se hace. Es cierto que hay que ponerte al día, sobre todo en materia de Senado y Administración territorial de Estado, y en más cosas muy probablemente, pero no hay que olvidar que si fuiste hecha así era para lograr consenso entre todos los ingredientes de esa salsa de la que hablamos. Ha pasado tiempo para hacerte un lavadito de cara, sí, pero no reneguemos de la importancia que has tenido en nuestras vidas.
Gracias a tí se puede defender la república, la independencia de una comunidad autónoma, la garantía procesal y la legalidad de los procesos contra terroristas o el matrimonio homosexual. Libertad de pensamiento y de expresión. La posibilidad de cambiar las cosas que la mayoría no desee.
No olvidemos que quienes han estropeado tus logros, han sido los poderosos, los corruptos, lo s ambiciosos, los necios y los votantes que miran hacia otro lado una y otra vez. Son contra ellos contra quienes deben ir los ataques de los partidos emergentes. Esa Constitución de la que parecen renegar una y otra vez, es la que les ha permitido tener las vidas que han tenido, llegar donde han llegado y poder defender hoy las ideas que defienden. No deberían olvidarlo. Esa Constitución que fue cambiada en unas pocas horas para satisfacer los intereses de unos cuantos.
Tengo 47 años. Tenía justo 10 años
cuando fuiste aprobada. Personalmente solo puedo estarte agradecido por
los casi 40 años de paz que me has dado. Gratitud eterna a mi Constitución de 1978.