miércoles, 18 de mayo de 2011

15 M

Estoy atónito. Por varios motivos.

Primero porque por fin la sociedad española se ha movilizado. Jóvenes y menos jóvenes están en la Puerta del Sol a manifestar lo que en realidad, muchos sentimos. El desencanto, la desilusión y la pérdida de confianza en el funcionamiento de este mundo y en las reglas que lo rigen. Y si de algo me siento culpable es de no haber estado hasta ahora allí con ellos. Mea culpa, pero espero ponerle remedio a esta falta. Ese tópico de que los españoles aguantamos lo que nos echen en silencio por fin lo estamos acallando.

Segundo. El poder de las redes sociales. Empecé a enterarme de esta movilización por Twitter antes que por los medios de comunicación. Es obvio que su alcance es imparable y que hemos sido testigos directos de ello. Ya no hay límites al poder de convocatoria de internet.

Tercero. La derecha intenta demonizar a estos rojos perturbadores utilizándolo como arma electoral. Bueno, realmente esto no me tiene atónito en absoluto, es algo coherente con su modus operandi. Y es que esta gente es fundamentalmente de izquierdas, claro. Normal. A fin y al cabo, nos estamos quejando de un sistema que se rige por normas neoliberales, con las que la derecha se siente tan cómoda y defiende como esencia propia. 

Cuarto. Que tanto la Delegación del Gobierno el primer día como la Junta Electoral hoy, prohíban el derecho de reunión pacífica de unos ciudadanos a manifestar públicamente sus ideas. No se en que país vivo, la verdad.

Hay muchos motivos para salir a la calle. Pero básicamente que este mundo este diseñado para el bienestar de unos pocos a costa de una inmensa mayoría. 

Que los políticos hayan olvidado que su razón de ser es trabajar por el interés de los ciudadanos a quienes representan y no conseguir el voto para asegurarse cuatro años de poder y, por ende, de bienestar. 

Que hay un ente llamado mercado y otros satélites denominados 'Agencias de calificación' que en función del estado de sus úlceras de estómago o de lo animada que se encuentre su vida sexual marcan las directrices de naciones enteras, o mejor, de millones de ciudadanos. 

Rechazar un sistema electoral que no refleja ni de lejos la voluntad popular expresada libremente en elecciones, beneficiando a un bipartidismo tan injusto como insoportable. 

Modificar unas instituciones jurídicas que nunca podrán ser imparciales, ni por tanto justas, si sus miembros son nombrados por quienes ostentan el poder o, en su caso, la oposición. Hablo del Fiscal General del estado o del Tribunal Constitucional, órgano que por cierto, se da mucha prisa en ciertos asuntos (léase Bildu) mientras olvida resolver otros... (léase matrimonio homosexual)

De que nos exijan ajustarnos 'nosesabeyaque' hasta la extenuación mientras ellos toman sus decisiones en comilonas suntuosas que pagamos todos, se trasladan en coches oficiales y votan 'NO' a viajar en turista para ir de su casa al trabajo y regreso. 

De que la señora Merkel de las narices siga diciendo que no podemos tener vacaciones tan largas ni jubilarnos tan pronto, pero no comente lo más mínimo de nuestros míseros sueldos.

De que todo sea una farsa mientras intentan vendernos la felicidad a cambio del voto.

De que nadie nos defienda ni nos escuche.

Por cierto. También me tiene atónito que no se hable de los empresarios que aprovechan la situación general para usar y abusar y despedir. Un empresariado que ha dilapidado el dinero de las empresas en tiempos de bonanza y que no ha reinvertido en sus negocios y que ahora se declara insolvente a la hora de encarar sus responsabilidades. La esclavitud existe y nadie lo dice en voz alta, nadie lo denuncia. Y si, estoy generalizando..

Para ser gente que defiende ideas sin contenido, yo creo que no está mal..

Decididamente, mañana estaré en la Puerta del Sol. Sin falta.

lunes, 2 de mayo de 2011

Vendetta

Viendo las noticias, el mundo entero celebra la muerte de Bin Laden. En Estados Unidos la gente salió a la calle como los británicos hicieron el día de la boda de su sucesor a la Corona. La Unión Europea y políticos españoles opinan que podemos estar hoy más tranquilos que ayer. Cameron, Premier británico, dice que la noticia dará alivio a los familiares de las víctimas.

El mundo celebra venganza, pero no el fin de una organización que todos sabemos va a responder con cuanta dureza les sea posible. Y es que la violencia genera violencia. Y la venganza genera más venganza. Y desde luego no me siento más seguro que ayer.

No puedo decir que sienta la muerte de este asesino fanático. Sería un hipócrita. Pero la celebración de la venganza me espanta. Hubiese preferido la celebración de su encarcelamiento y juicio por una Corte de Justicia Internacional. Hubiese preferido otra noticia diferente. Por que cuando veo al mundo, este mundo que cada vez me gusta menos, con fastos y vítores por la muerte de alguien, por asesino que sea, me pregunto si realmente hemos progresado tanto como presumimos. Mi amiga Ana tiene toda la razón. Figuiña tienes razón.

Y me viene a la cabeza la imagen de los gritos y aplausos del pueblo cuando la guillotina cortaba cabezas. Y entonces me entran escalofríos por todo el cuerpo. Pero estemos tranquilos, que el verdugo es Premio Nobel de la Paz. Es el paraíso de los Cínicos.

Por cierto, lo de tirar el cadáver al mar... hum...